“¿Cuál es el fruto de estas enseñanzas? Sólo la cosecha más bella y propia de los verdaderamente educados: la tranquilidad, la intrepidez y la libertad. No debemos confiar en las masas que dicen que sólo los libres pueden ser educados, sino en los amantes de la sabiduría que dicen que sólo los educados son libres.”
— EPICTETO, DISCURSOS,2.1.21-23a
¿Por qué elegiste este libro? ¿Por qué coger cualquier libro? No para parecer más inteligente, ni para pasar el tiempo en el avión, ni para oír lo que quieres oír: hay muchas opciones más fáciles que la lectura.
No, has cogido este libro porque estás aprendiendo a vivir. Porque quieres ser más libre, temer menos y alcanzar un estado de paz. La educación -la lectura y la meditación de la sabiduría de las grandes mentes- no debe hacerse por sí misma. Tiene un propósito.
Recuerda ese imperativo en los días en que empiezas a sentirte distraído, cuando ver la televisión o tomar un tentempié parece un mejor uso de tu tiempo que leer o estudiar filosofía. El conocimiento -el autoconocimiento en particular- es la libertad.