Sobre Compartir el Conocimiento

Un mundo en desorden
Un mundo en desorden

Mi querido Lucilio,

Siento que no estoy tan sólo reformado, sino transformado.

Sin embargo, no me confío ni guardo esperanza en que no hay elementos en mi que deben de ser cambiados. Claro que hay muchas características que deben de ser compactadas, disminuidas; y otras que aumentar.

Y claramente, este hecho es prueba de que mi espíritu se ha alterado para ser algo mejor, — algo que puede ver sus propias faltas, y que antes ignoraba. En ciertas ocasiones, las personas enfermas se felicitan, ya que ellos mismos han logrado percibirse enfermos.

Por eso deseo impartir este cambio súbito en mi mismo; debo así iniciar colocando una confianza plena en nuestra amistad, — una amistad verdadera que ni la esperanza, el miedo o el egoísmo pueden cercenar. La amistad por la cual y la razón que las personas encuentran la muerte.

Te puedo mostrar muchas personas que nunca les han faltado amigos, sino una verdadera amistad, Esto sin embargo (la falta de una amistad), no es posible cuando las almas se atraen por inclinaciones idénticas a una alianza de deseos honorables. ¿ Y porqué no puede suceder? Porque en esos casos las personas saben que tienen todo en común, especialmente los problemas.

No podrías creer el progreso tan visible que cada nuevo día me trae.

Y cuando dices: “Comparte un poco de esos regalos que encuentras tan útiles”, yo respondo que estoy ansioso por compartir estos privilegios contigo, y que aprendo con gusto para poder enseñar.

Nada me complace tener, sin importar cuan excelente o beneficioso sea, si tengo que retener el conocimiento para mi mismo. Y si se me diera sabiduría con la condición de tener que mantenerla secreta, la rechazaría. Nada es bueno tener, si no se puede compartir con amigos.

Por eso te enviaré los libros; y en el orden que necesitas para no perder el tiempo buscando por los temas mas importantes, marcaré los pasajes para puedas identificar de inmediato aquellos que apruebo y admiro.

Claro que, a pesar de todo, la voz viva y la intimidad de la vida cotidiana te ayudarán más que la palabra escrita. Debes ir a donde esta la acción, primero, porque las personas confían mas en lo que ven, que en lo que escuchan.

Y segundo, porque la vida es larga si seguimos preceptos, pero corta y útil, si uno sigue patrones.

Cleantes no podría ser la expresa imagen de Zeno, si sólo hubiera escuchado sus lecturas; compartió su vida, vio su propósito oculto, y observo como vivía de acuerdo a sus reglas.

Plato, Aristoteles y todo el grupo de sabios que estaban destinados a seguir un camino distinto, se beneficiaron más del carácter de Sócrates que de sus palabras.

No fue en el salón de clases de Epicuro lo que hizo de Metrodoro, Hermaco y Polieno grandes hombres. Fue el convivir juntos bajo el mismo techo.

Por eso te pido que no sólo busques obtener beneficio, sino también otorgarlo; en este caso, particularmente, para que podamos asistirnos mutuamente.

Mientras tanto, te debo mi pequeña contribución diaria; es algo que escribió Hecato:

“Me preguntas, qué progreso he hecho. He empezado a ser un amigo conmigo mismo”
Esto es en verdad un gran beneficio; ya que de esta forma nunca puedes estar sólo. Y puedes estar seguro que una persona que es amiga de si misma, es amiga de toda la humanidad.

Hasta pronto.

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